PREGÓN DE FERIA

Pronunciado en la Caseta de Amigos de las Sevillanas de la Feria de Abril 2013

 

PREGÓN DE FERIA

ASOCIACIÓN CULTURAL AMIGOS DE LAS SEVILLANAS

 

         Buenas tardes. Ante todo quiero dar las gracias a Manolo Corrales por acordarse de mí y haberme traído a esta caseta, y a Paco Ruano por haberme invitado y a Lili por acercarme a vosotros tan cariñosamente a través de sus palabras. También quiero daros las gracias a todos ustedes que ésta tarde prestáis los oídos a mis pensamientos, y al mismo tiempo agradeceros el ser mis amigos. Sí, yo que desde muy temprano he escuchado, cantado, tocado, bailado y escrito sevillanas; que me he emocionado, entristecido, alegrado, llorado y enamorado de las sevillanas; que he conquistado, sonrojado, pretendido, amado y desamado con las sevillanas; Es lógico suponer que quien se llame a sí mismo amigo de las sevillanas sea también amigo mío. Muchas gracias.

         Toda mi vida ha girado alrededor de este mundillo de alguna forma, dirigiendo mis pasos cada vez más fuertes y sonoros hacia este cante, baile, sentimiento, tradición, y muchas otras cosas; que representa para nosotros las sevillanas. Cuando tenía apenas nueve años, aporreaba una caja de cartón con la imagen de una guitarra que había encontrado en la calle, mientras escuchaba cosas en los labios de mi madre de Los Hermanos Reyes, "cuando paso por el puente, Triana, contigo vida mia"; El Pali, "Sevilla tuvo una niña y le pusieron Triana";  Los Romeros de la Puebla, "Viva mi Andalucía, viva mi pueblo"…

         Cuatro años más tarde me compraban mi primera guitarra que aún conservo, está llena de arañazos, tiene la tapa rajada, el mástil descolorido, y las huellas de tantos cantes derramados sobre sus maderas. Y en los trastes se adivina cada pulsación nerviosa que intentaba, en vano al principio, arrancar algún sonido que alimentara mis emociones. Hoy tiene las cuerdas quitadas para que la tensión no doblegue sus recuerdos, para que el descanso merecido por los años sea aún más apacible. Así, siempre dormirá al lado de sus hermanas más modernas, pero que no tuvieron la suerte de aleccionar las manos inexpertas de un niño, que acariciaba sus cuerdas con la impaciencia de los años.

 

"EN UN LUGAR DONDE TIENEN

LAS GUITARRAS SU DESCANSO,

Y DONDE BRILLAN LOS OCRES

DE ALGUNAS CON MENOS AÑOS,

CADA HERIDA DE TU CUERPO

ME HABLA DESDE EL PASADO,

Y ME HACE VOLVER AL SUEÑO

SIN HABERME DESPERTADO.

 

TREINTA Y TANTOS AÑOS ANTES

ME COGISTE DE LAS MANOS,

PARA ENSEÑARME UN CAMINO

DE SEVILLANAS Y TANGOS,

DE RUMBAS Y BULERÍAS,

DE ALEGRÍAS Y FANDANGOS,

Y DE TRISTES MELODÍAS

CUANDO MIS OJOS LLORARON.

 

SOPORTASTE MI IMPACIENCIA,

MIS GOLPES, MIS MALOS TRATOS,

HASTA QUE SUPE TOCARTE

CON LA TERNURA EN LAS MANOS,

Y YA NO QUISE PERDERTE,

SIEMPRE TE TUVE EN LOS BRAZOS,

Y EN TUS CUERDAS TEMBLOROSAS

MIS EMOCIONES POSARON.

 

Y FUI CRECIENDO CONTIGO,

YO EN TUS CUERDAS, TU EN MIS BRAZOS,

MIENTRAS LOS SONES BROTABAN

DE MI GARGANTA Y MIS MANOS,

SONES NACIDOS AL ALBA

DEL AMANECER TEMPRANO,

QUE ESTRENARA EL ALMA MIA

CON ESOS CANTES LEJANOS.

 

Y COMPARTÍ TANTAS HORAS

SOLO EN UN PARQUE, TOCANDO,

DESHACIENDO LOS ACORDES

QUE TU LLEVABAS GUARDADOS,

Y HASTA EN LA MILI ALEGRASTE

MIS DIAS COMO SOLDADO,

QUE INCLUSO POR SER ALEGRE

POR DOS DIAS TE ARRESTARON.

 

Y TE LLEVÉ POR LA FERIA,

Y EN LAS CASETAS CANTANDO,

MIENTRAS TE CUBRIÓ EL ALBERO

QUE VUELA TACONEANDO,

TE LLEVÉ POR LAS ARENAS

DETRÁS DE MI SIMPECAO,

Y SONASTE EN LAS CANDELAS

CUANDO LAS VOCES TEMBLARON.

 

Y UN DIA TE VI CANSADA,

CON TU CUERPO MALTRATADO,

CON LAS HERIDAS QUE EL TIEMPO

EN TUS MADERAS DEJARON,

Y EN TUS CUERDAS CADA NOTA

QUE RESBALÓ DE MIS MANOS,

PARA QUEDARSE COLGADAS

COMO VENCEJOS POSADOS.

 

TE RETIRÉ UNA A UNA

LAS CUERDAS QUE TE HACEN DAÑO,

Y TE DEJÉ PARA SIEMPRE

JUNTO A LOS SUEÑOS GUARDADOS.

AY, MI PRIMERA GUITARRA,

NO CREAS QUE TE HE OLVIDADO,

PERO SÉ QUE TUS MADERAS

ECHAN EN FALTA MIS MANOS."

 

         Este tiempo que viví junto a ella, comenzaba a querer de un modo muy diferente a cualquier otro género musical, a las sevillanas. Fueron años de Cantores de Híspalis, de Ecos del Rocío, de Sal Marina, de Marisma... Pero sobre todo, me sentía identificado con una forma, un estilo de escribir, de cantar y de expresarse por sevillanas, que creo que ha sido la manera más cercana al espíritu que revolotea por la Feria. Estoy hablando de mi amigo Ángel con su grupo Los del Guadalquivir. Por aquel entonces repetía incesantemente sus sevillanas, leyendo las letras en el reverso de sus discos. Iba de caseta en caseta con sus temas en los labios, cada vez que me pedían sevillanas para bailar, siempre había una de Guadalquivir que asomara a las cuerdas de mi guitarra. Luego llegó Ecos del Rocío y sus sevillanas lentas, con historia, pa escuchar, pa enamorar... no he ligao yo ná con Ecos del Rocío... Poco después, sin saber aún como, me vi inmerso en el mundo rociero, cuando unos amigos de la Hermandad de Sevilla Sur se empeñaron en que me hiciera cargo de su coro. Siempre abierto a nuevas experiencias y sin sentir demasiado la fe rociera, quise probar el nuevo reto de dirigir unas voces que rezaban cantando a la Blanca Paloma. Aquella nueva fe me embargaba y me hizo viajar durante veinte años con mi guitarra siempre detrás de una carreta. Y allí seguía, junto a mí, detallando los perfiles del estilo que mis manos descubrían a cada toque.  Crecí a su lado, intentando sacarle los acordes escuchados en mi cabeza que se hacían fuerte en el álbum de mis sentimientos. Cuando lo conseguía, me embargaba una sensación extraña, había logrado unir mi voz a los sonidos que mi guitarra me ofrecía, y no solo eso, quise probar suerte y dejar tendidos en el papel mis propias cosas, mis propios pensamientos. Así nacieron los primeros temas dedicados a la Virgen del Rocío, sevillanas, rumbas y misas, que hasta alcanzar más de sesenta, desnudaron mi alma apareciendo todas las cosas que siempre se guardan cerquita del corazón.

 

"CUÁNTO ME DUELEN LOS DEDOS

DE ACARICIAR MI GUITARRA,

Y DE CANTARTE BAJITO,

CUÁNTO DUELE LA GARGANTA,

Y EL CORAZÓN, CUANDO VIENES

ACARICIÁNDOTE EL ALBA,

CUÁNTO ME DUELES ROCÍO

CUANDO TE MIRO A LA CARA.

 

CUÁNTO ME DUELEN LOS OJOS

QUE TE MIRAN Y NO ACABAN,

Y LOS HOMBROS QUE LLEVARON

POR LAS ARENAS TUS ANDAS,

Y LA BOCA DE LANZARTE

PIROPOS DE MADRUGADA,

Y HASTA LA NOCHE ME DUELE

CUANDO LAS LUCES SE ACABAN.

 

CUÁNTO ME DUELEN LAS MANOS

QUE AGARRARON TUS VARALES,

Y LOS VIVAS QUE SALIERON

PORQUE EN EL PECHO NO CABEN,

Y LAS PENAS DEL QUE FALTA,

Y EL SIMPECAO POR LOS AIRES,

Y EL ALMA QUE SE ESTREMECE

CUANDO A MI BARRIO MIRASTE.

 

CUÁNTO ME DUELE EL DEJARTE

CUANDO YA TODO SE ACABA,

Y VUELVO POR LOS CAMINOS

A DESANDAR MIS PISADAS,

CUANTO ME DUELE EL RECUERDO

DE REZAR ANTE TUS PLANTAS,

Y CUANTO DUELE EL SILENCIO

DEL REGRESO POR LA RAYA.

 

MADRE SÍGUEME MIRANDO

CON ESA MIRADA BUENA

TODOS LOS DÍAS DEL AÑO,

QUE EL PENSAMIENTO ME DUELA

POR IMAGINARTE TANTO."

 

         Hasta aquí, una breve historia de lo cerca que siempre me encontré de las sevillanas. Pero ustedes me han invitado para además, hablarles de mi Feria. Y una buena parte de todo esto que les cuento transcurre de caseta en caseta, con los rumores cercanos del Guadalquivir, pisando una alfombra de albero y bajo un cielo cuajao de farolillos.

 

         Desde muy pequeño, me llevaron a pasear por aquella Feria del Prao. Mis primeros recuerdos nacen bajo las lonas de la Caseta de la Peña Sevillista Puerta Carmona, donde mi abuelo acudía temprano para reservar las mesas que más tarde, acogerían a todos los miembros de mi familia. Comenzaba entonces un ir y venir de comidas elaboradas esa misma mañana, y que mi madre y mi abuela sacaban sin cesar de sus bolsas, mientras mi padre traía los refrescos para los niños junto a su copita de fino.

El olor del albero mojado sobre las maderas del tablao, el sabor de las lechugas con vinagre y sal que vendían en las aceras, el sonido de aquellos discos de Los Hermanos Reyes que aprendimos de memoria, la visión del alumbrao iluminando de colores las casetas, y el tacto del algodón dulce que te dejaba los dedos pringosos… Todo esto me fue guiando por las cosas de Sevilla y su primavera, alentado en muchas de ellas por alguien, que a veces sin saberlo, me educaba en el amor a Sevilla y a las cosas que sólo los sevillanos podemos percibir.

 

"MI FERIA EMPIEZA EN EL PRAO

ANTES DEL AÑO CUMPLÍO,

Y VESTÍO DE FLAMENCO

EN UN CARRITO DE NIÑO,

UNA MUJER DE GITANA

CANTÁNDOME SEVILLANAS

PA VÉ SI ME QUEO DORMÍO.

 

ALGUNOS AÑOS MÁS TARDE,

ESA MUJER ME ENSEÑABA

CON SUS MANOS EN EL AIRE

MIENTRAS SU CUERPO BAILABA,

AUNQUE YO NO LO SABÍA,

A ESTRENAR SEVILLANÍA

BAILANDO POR SEVILLANAS.

 

Y ASÍ PASARON LOS AÑOS,

LA FERIA SE FUE A TRIANA,

CON UNA BOLSA DE CUADROS

DONDE ESA MUJER LLEVABA,

LAS TORTILLAS, ADOBAOS

Y FILETES EMPANAOS,

TO FRIO, MÁS GÜENO ESTABA.

 

Y LA CALLE DEL INFIERNO...

VENGA AGÜELO, ESE DURITO,

QUE YA ESTAMOS DESEANDO

MONTARNOS EN LOS CACHARRITOS,

Y ESA MUJER PREGONABA

QUE EN LA TÓMBOLA TOCABA

SI NO LA PELOTA, EL PITO.

 

Y CON CASI OCHENTA AÑOS

SIGUE VINIENDO A LA FERIA,

Y SE VISTE DE GITANA,

Y PASEA POR LAS CASETAS

DEL BRAZO DE SU MARÍO,

UN MANTÓN POR SI HACE FRÍO,

Y UN CLAVEL EN LA PEINETA.

 

NO PUEDE HABER SEVILLANA

CON MÁS ARTE CUANDO BAILE,

NI UNA MUJER DE FLAMENCA

QUE LUZCA MEJOR EL TRAJE,

YO VUELVO A SER UN CHIQUILLO,

CON CIELO DE FAROLILLOS

CUANDO SE VISTE MI MADRE."

 

         Y la Feria cruza el río, anida en los campos de Tablada vigilada de cerca por las estribaciones del aljarafe. Hasta allí le sigue mi familia y yo mismo, buscando en sus calles la gracia de una efímera Sevilla, que crece cada año, acogiendo cada vez más casetas donde cantar y bailar al amparo de los últimos discos. Fueron años en los que proliferaron los grupos de sevillanas, dejando cada uno de ellos su sello particular y su forma de entender a Sevilla y a sus cosas, con la impaciencia que la juventud produce.

 

         Desde entonces he disfrutado de la Feria cada año, de muy diversas maneras, y con muy distintas compañías. He ido con amigos, arañándole minutos al reloj que mis padres me concedían cada año. Fui con alguna novia que casi siempre conservaba solo hasta que terminaba la Feria. Y actualmente voy con mi mujer, a la que llevo a mi lado agarrada del brazo, como en las más antiguas estampas sevillanas. Con esa forma de andar que los volantes imprimen a cada paso, dejando en el aire primaveral el contoneo de un talle repleto de lunares, mientras brilla sobre el albero con la sensualidad y la gracia que el traje de flamenca le confiere. Y cuando baila conmigo... sus manos dibujan remolinos en el aire que mueren a su espalda, en un arrebato cálido de casta sevillana. Me mira, y su mirada se hunde en mis ojos con la sinceridad que solo el amor y una copita de manzanilla, es capaz de hacer brotar de unos ojos de un color interminable.

 

 

 

 

I

"CON LAS MANOS EN EL AIRE

DESCRIBIENDO FILIGRANAS,

CUANDO LA PRIMERA EMPIEZA

VÁMONOS POR SEVILLANAS.

 

Y COMIENZA EL DESVARÍO

DE TU CUERPO CON EL MIO

Y LAS MANOS SE DETIENEN,

QUE SE CRUZAN TUS VOLANTES

CUANDO TE TENGO DELANTE

Y ATRAVIESAS FRENTE A FRENTE.

 

VIENES Y TE VAS MECIENDO

MIENTRAS YO ME ESTOY MURIENDO

POR ROZARTE LA CINTURA,

Y SE ESCAPAN TUS CADERAS

CUANDO PASAS POR MI VERA

EN LA MÁS BELLA LOCURA.

 

Y AL CRUZARNOS, Y AL CRUZARNOS,

Y AL CRUZARNOS,

CON TU MIRADA EN LA MIA

YO TE ABRAZO.

II

UN PIQUITO DE TU FALDA

SUJETADO JUNTO AL TALLE,

QUE YA LA SEGUNDA EMPIEZA,

NIÑA, VAMONOS AL BAILE.

 

Y OTRA VEZ ESA MIRADA

QUE EN UN INSTANTE DE NADA

ME DEJA CASI TRASPUESTO,

PUNTA, TACÓN, GOLPE, PLANTA,

¿QUIEN ES ESE TIO QUE CANTA?

QUE AHORA MISMO NO ME ACUERDO.

 

VÁMONOS A LO QUE VAMOS,

SUBEN Y BAJAN LAS MANOS

CON UN MENEO ELEGANTE,

Y DESPUÉS DE SEPARARNOS

HACER UN GIRO Y MIRARNOS,

TU TE CRUZAS POR DELANTE.

 

Y DEL TALLE, Y DEL TALLE,

Y DEL TALLE,

SE SIENTEN TANTAS COSAS

EN EL AIRE.

III

Y SE ACERCAN DOS GITANAS

PARA BAILAR A MI VERA,

¿ESTA CUAL ES? ME PREGUNTA,

Y YO DIGO: LA TERCERA.

 

LAS MANOS SIEMPRE PARRIBA,

PA QUE LOS DEDOS DESCRIBAN

SILUETAS EN EL AIRE,

Y AL GIRAR PIERDO TUS OJOS

PERO MIRO DE REOJO

LA PASIÓN QUE HAY EN TU TALLE.

 

LAS MANOS BAJAN CIÑENDO

LA CINTURA DE MI CUERPO

MIENTRAS VOY TACONEANDO,

Y ENTRE LAS LONAS Y EL SUELO

SUBE UNA NUBE DE ALBERO

QUE ENVUELVE AL QUE ESTÁ BAILANDO.

 

NOS JUNTAMOS, NOS JUNTAMOS,

NOS JUNTAMOS,

Y CUANDO NADIE NOS MIRA,

NOS BESAMOS.

IV

Y LA CUARTA ES UN REVUELO

DE GIROS Y DE VOLANTES,

QUE EMPIEZA POQUITO A POCO

Y TERMINA EN UN INSTANTE.

 

SI HAS BEBIDO UNA MIJILLA,

TRES O CUATRO MANZANILLAS

ANTES DE BAILAR LA CUARTA,

NO TE ASUSTES SI EL MAREO

TE HACE PEGARTE UN PASEO

Y ACABAS JUNTO A LA BARRA.

 

Y AHORA VIENE EL COQUETEO

LA MIRADA, EL CONTONEO,

Y EN LA CINTURA LAS MANOS,

Y CON UNA FILIGRANA

DE LUNARES BLANCO Y GRANA

AL PASARNOS NOS ROZAMOS.

 

Y ES QUE AHORA, Y ES QUE AHORA,

Y ES QUE AHORA,

CUANDO BAILAS TU CONMIGO,

ME ENAMORAS."

         A pesar de mi juventud... soy un feriante a la antigua. Hay tres o cuatro cosas que me gusta hacer en la Feria. No quiero dar lecciones a nadie, la Feria acepta cualquier forma de expresión que acuda a sus calles alfombradas de albero. Pero a mi me enseñaron ciertas cosas que la tradición, la sevillanía, los cuadros de Gonzalo Bilbao y Bacarisas, inventor de la pañoleta, defienden como el saber estar en la Feria de Abril de Sevilla.

         Para empezar, la mujer debe venir a la Feria con un traje de gitana o de flamenca, que no de faralaes. Los hombres de corto solo cuando vayan a caballo. Para pasear del brazo de una gitana, bien vestido, pero nada de corbatas; aunque cada vez se ven más por el Real, las corbatas son para el Jueves Santo; en la Feria, camisa clara abierta, chaqueta, y si se quiere preservar algo la voz del relente de la noche, que no madrugá, pues nadie ha visto aún al Gran Poder pasando por Joselito el Gallo, un pañuelo al cuello que junto a la manzanilla te caliente la garganta.

         A la Feria hay que venir andando, y cruzar el río Guadalquivir por uno de sus puentes mirando a tu gitana y cantándole al oído cada año eso de: "Cuando paso por el puente Triana, contigo vida mia". Ella te mirará, sonreirá, y te dirá: otra vez, mi arma... Llegamos a la Feria entrando por la portada. Sorteando a todo el que ha quedado allí con alguien, sobre todo para hacer algo tan de feria como las botellonas. Pero no hay sitios pa quedar en la Feria? po to er mundo en la Portada.

         Paseo por el Real. andamos por el albero pasando de caseta en caseta con el sonido de las sevillanas deshaciéndose a cada paso que damos, renovándose por otros sones nuevos que la próxima caseta nos ofrece. Sevillanas, rumbas... y nada más, si acaso algo de flamenco improvisado que se cuela entre las cuerdas de una guitarra para enternecer los sentimientos que surgen siempre al amparo de la noche. Nada de tambores rocieros que tan bien quedan bajo los pinos en la marisma, nada de Paquito el chocolatero, ni Corazón Partío por rumbas con alguien aporreando un cajón. No soporto las casetas que contratan a grupos que mejor les valdría haberse quedado amenizando los cruceros por el mediterráneo de un grupo gallego o catalán que viaja gracias al imserso. Con lo bonito que queda un grupo de sevillanas guitarra en ristre y pandereta. Así he vivido yo la Feria muchos años, tocando la guitarra para que mi mujer cantara con esa voz que incita más a la escucha que al baile.

         Ya estamos en la caseta. Niña, que quieres tomar? Una media de manzanilla pa los dos... y de comer? a ver que hay. Solomillo a la pimienta, lomo a la castellana, huevos estrellados, bacalao dorado, revuelto campero, churrasco al mojo picón... pero donde me has traído? a una caseta de Feria o a los Hermanos Gómez? Yo lo que quiero es tortillita, pimientos fritos, filetitos con ese pan que se te pega al paladar, jamoncito, adobao, unas gambitas, unas olivas, ese quesito viejo... lo único que me faltaba por ver, y que lo vi el año pasado, es una caseta que tenía entre sus platos el Kebab de ternera y pollo con especias al estilo Indio, toma ya... Y qué decir del pescaito, eso sí que ha sido toda una evolución. Hace no tantos años, cuando la caseta quedaba terminada con sus lonas, sus farolillos, sus mantones colgados, su tablao en el centro... Los dueños de la caseta invitaban a los trabajadores a un papelón de pescaito. Hoy, el pescaito se lo comen los dueños, mientras los trabajadores cobran y se van a otra caseta donde trabajan de guardia jurado. La cosa está muy mala.

         Después de comer, la parienta que te dice: vamos a bailar, y tu, bueno venga... Te acercas al que vende los tickets que también es el que pone los discos y le dices que si puede poner sevillanas, y te comenta que las ha quitado porque la gente dice que molesta y que no se puede hablar...Hay gente que viene a la Feria a hablar, como diría Rafael el Gallo, hay gente pa tó... Nos vamos al tablao apartando a cincuenta niños que se creen que están en la rampa del Salvador... Pero estos niños no tienen padres? Cuando empezamos a bailar, te estremece la carita de esos niños mirándote y queriendo copiar tus pasos y los movimientos de tus manos. Así aprendí yo, pero con mi madre, que estaba a mi lado imprimiendo en mis recuerdos cada gota de su historia que apasionaba mi infancia, no en conversaciones de tele5 y gran hermano, que están haciendo que nos preocupe más la vida de otros que la nuestra. Echarle cuenta a los niños, enseñarles cada cosa que vuestros padres os enseñaron, mostrarle cada rincón de Sevilla y de la Feria, que sus ojos vean a través de los vuestros la Sevilla que estamos a punto de perder.

         Tengo un hijo de veinticinco años que baila sevillanas perfectamente, que es cofrade y muere por la cadencia de las bambalinas de un palio, y por un crucificado que avanza sobre los pies. Que venía a recibirme cuando regresaba del Rocío, con su medalla al pecho, y me acompañaba en la rueda de mi carreta. Que organiza salidas por el centro de Sevilla con sus amigos, mientras le explica las historias y leyendas que escuchara de mis labios, y que enriquece con su sabiduría.

         Y el chico, el chico con once años también es un enamorado de Sevilla y de sus tradiciones. Nazareno, rociero... ya está aprendiendo a bailar sevillanas; por supuesto le enseña su madre.

         Lo único malo que tienen los niños en la Feria es cuando quieren que les lleves a la calle del infierno, que casi siempre es cuando tu mejor estás, y cuando estás más lejos. Pero tú te levantas, se lo has prometido cuando llegabas a la Feria. Niño, después de comer... como si en la Feria se terminara alguna vez de comer. Pero qué le vas a hacer, con tu mejor sonrisa en la cara y con todas las ganas del mundo... pa la calle del infierno.

 

I

"QUE BONITA ESTÁ LA FERIA DE SEVILLA,

QUE A GUSTITO DEGUSTANDO MANZANILLA,

NO IMAGINO QUIEN LO PUEDA ESTROPEAR...

PO LA CALLE DEL INFIERNO.

 

YO QUE ESTABA TAN A GUSTO EN MI CASETA,

ENTRE ADOBOS, PUNTILLITAS Y CROQUETAS,

TORTILLITA Y REBUJITO SANLUQUEÑO,

Y MI NIÑO VA Y ME DICE CON RABIETA...

PA LA CALLE DEL INFIERNO.

 

COMO PUEDO ME LEVANTO DE LA SILLA,

APURANDO MI COPA DE MANZANILLA,

Y DICIENDO: PERO QUE NIÑO MÁS TIERNO,

LO SABÍA, YA ESTÁ AQUÍ MI PESADILLA...

ES LA CALLE DEL INFIERNO.

 

CON UN VASO PAL CAMINO Y EN LA MANO,

AGUANTANDO LAS CALORES DEL SOLANO

ATRAVIESO COSTILLARES Y ME ADENTRO,

QUE EL RUIDO YA ME ADVIERTE QUE LLEGAMOS...

A LA CALLE DEL INFIERNO.

 

II

QUE HAGO YO EN LA OTRA PUNTA DE LA FERIA

CON LO BIEN QUE ME ENCONTRABA EN MI CASETA,

PORQUE AL NIÑO LE TOCABA DISFRUTAR...

EN LA CALLE DEL INFIERNO.

 

LO PRIMERO ES EL CHATILLO DE LOS MAÑOS,

UN VINILLO QUE PROBAMOS TOS LOS AÑOS,

MIENTRAS VAN PISANDO UVA LOS MUÑECOS,

Y EL BARQUILLO TE LO PONES EN EL VASO...

EN LA CALLE DEL INFIERNO.

 

Y LA NORIA QUE ACOMPAÑA NUESTROS PASOS

QUE YO CREO QUE ES MÁS GRANDE CADA AÑO,

DE SUBIRME NI ME HABLES, NO ME ATREVO,

NO HACE FALTA QUE DIVISE DE TAN ALTO...

A LA CALLE DEL INFIERNO.

 

Y SE ESCUCHA QUÉ ALEGRÍA, QUE ALBOROTO,

YA HA TOCAO OTRO PERRITO PILOTO,

PERO YO NO HE CONSEGUÍO NINGÚN PREMIO,

MÁS QUE EL NIÑO PASEANDO CON UN GLOBO...

POR LA CALLE DEL INFIERNO.

 

III

QUE BONITAS LAS CARRERAS DE LOS NIÑOS,

LAS CHAQUETAS ARRUGÁS COMO PESTIÑOS,

Y LAS COLAS QUE NO PARAN DE EMPUJAR...

EN LA CALLE DEL INFIERNO.

 

NOS MONTAMOS EN ESE TREN DE LA BRUJA,

Y YA ESTÁN LOS ESCOBAZOS EN LA NUCA,

COMO COJA EL ESCOBÓN TE LO REVIENTO,

TU NO LLORES, SI ES UN TÍO CON PELUCA...

DE LA CALLE DEL INFIERNO.

 

Y EN EL LÁTIGO ME DEJAN SIN FLEQUILLO,

QUE DE CURVAS, ME ESTOY PONIENDO AMARILLO,

EL VIAJE SE ME HACE TAN ETERNO,

QUE ENTRE DIENTES YO LE DIGO A MI CHIQUILLO...

CON QUE CALLE DEL INFIERNO.

 

Y AHORA QUIERE QUE LO MONTE EN EL CANGURO,

CON LOS SALTOS YO YA NO ME SIENTO EL CULO,

VAYA LOTE DE MAREO Y SUFRIMIENTO,

YO ME IBA AHORA MISMO, TE LO JURO...

DE LA CALLE DEL INFIERNO.

 

IV

YO NO HE VISTO MÁS RUIDO, NI MÁS POLVO,

NI MÁS GENTE, NI MÁS LUCES, NI MÁS LOCOS,

NI MÁS NIÑOS CON LAS CARAS APRETÁS...

QUE EN LA CALLE DEL INFIERNO.

 

QUE JARTURA DE JALEO Y CACHARRITOS,

PERO NIÑO, NO TE CANSAS NI UN POQUITO,

VAMOS A DESCANSAR EN EL KIKI POR LO MENOS,

ES QUE NO TE VAS A TOMAR NI UN REFRESQUITO...

EN LA CALLE DEL INFIERNO.

 

CINCO EUROS ME QUEDAN EN LA CARTERA,

ESTOS NIÑOS ES QUE ABURREN A CUALQUIERA,

MENOS MAL QUE YA POR FIN VAMOS SALIENDO,

NO TE VUELVAS NI A DESPEDIRTE SIQUIERA...

DE LA CALLE DEL INFIERNO.

 

SI OTRO DÍA SE LE OCURRE A MI PARIENTA,

QUE ME LLEVE A MI CHIQUILLO A DAR UNA VUELTA,

YO LO HAGO PA QUE EL NIÑO ESTÉ CONTENTO,

PERO MIARMA NO ME PIDAS QUE YO VUELVA...

A LA CALLE DEL INFIERNO."

 

         Todos los pregones sirven en último caso, para anunciar algún acontecimiento importante desgranando tus vivencias, y éste pregón que ya va tocando a su fin, y después de revelaros mis más íntimos sentimientos, quiere despedirse con el deseo de que la Feria que ahora empieza, sea para todos los amigos que he conocido ésta tarde, un lugar donde disfrutar de los amigos, de la familia, de la manzanilla, de los langostinos, y si no pueden escaparse, disfruten también de la Calle del Infierno.

 

“CUANDO ABRIL PINTA LOS CIELOS DE SEVILLA,

Y DIBUJA AZAHARES EN SUS RAMAS,

CUANDO UN MANTO DE COLORES SE DESGRANA

DONDE EL RÍO ACARICIA SUS ORILLAS.

 

CUANDO NOTAS QUE UN AROMA DE VAINILLA

NOS REVELA CANTOS NUEVOS DE JILGUERO,

Y LAS HUELLAS QUE SE ARRASTRAN POR EL SUELO,

SON REQUIEBROS DE ELEGANTES BANDERILLAS.

 

CUANDO VISTEN LAS GITANAS DE MANTILLA,

Y UN CLAVEL VUELA EN SUS MANOS HASTA EL TORO,

Y UNA TARDE CON SABOR TABACO Y ORO,

ENGALANA COMO NUNCA LAS MULILLAS.

 

CUANDO ASOMAN A LA BOCA LAS COPLILLAS,

Y LAS PALMAS ACOMPAÑAN LAS GARGANTAS,

CUANDO BAILAN SEVILLANAS Y SE CANTA,

REMOJÁNDOSE LA VOZ CON MANZANILLA.

 

CUANDO AL FIN SE LLENA EL CIELO DE BOMBILLAS

Y APARECEN SIETE DIAS DE LA MANO,

YO ME SIENTO CADA VEZ MÁS SEVILLANO,

PORQUE EMPIEZA OTRA FERIA DE SEVILLA."

 

 

 

 

 

 

 

 

Baldomero Acosta Salas

Feria 2013


Crea una página web gratis Webnode